Bushido: El camino del guerrero

El código del Bushido (武士道) es posiblemente uno de los rasgos más identificativos de la cultura japonesa desde el punto de vista occidental. Todos hemos oído hablar de él en libros y películas, pero, ¿Sabes lo que significa?

La palabra “Bushi” se traduce como “Guerrero” y la terminación “Do” Significa “Camino”.  O dicho de otra forma, el camino del guerrero. Está compuesto por una serie reglas elaboradas para regir el comportamiento de los samuráis de la época feudal japonesa.

Bushido

武士度

El camino del guerrero

Orígenes y evolución

Lo más curioso del bushido es que en realidad, es un término relativamente moderno. La primera mención escrita sobre este código del guerrero se encuentra en el libro “Kōyō Gunkan” publicado en 1616 por Kōsaka Masanobu, el cual narra las hazañas militares del clan samurai Takeda. Después de este, surgen otros como “Hagakure” o “Kashoki” hasta llegar al mundialmente conocido libro de Niobe Izano,  “Bushido: El alma de Japón” escrito en 1899.

Eso no quiere decir que este código surgiera por primera vez en el siglo XVII, sino que en sus orígenes se trataba de conocimiento que se transmitía de maestro a discípulo en el exhaustivo proceso de entrenamiento de los futuros samuráis. No tenía un nombre propio, pero ya empezaban a incluirse ciertas reglas de conducta que daban forma a los peculiares guerreros japoneses.

Con el paso de los siglos, este código fue evolucionando y refinándose hasta que con la llegada de los doscientos años de paz que el clan Tokugawa consiguió establecer en Japón durante el periodo Edo, los samuráis dejaron de luchar en batallas y comenzaron a vivir una vida en la que tenían más tiempo para la meditación, la reflexión, el estudio y la caligrafía entre otras disciplinas.

Profundamente influenciado por el Confucionismo, el budismo Zen y el Sintoísmo, el Bushido fue incluyendo cada vez más conceptos éticos y morales tales como el honor, la benevolencia y la honestidad. Los samurái se fueron convirtiendo en fieles súbditos con un alto nivel cultural. Por primera vez en la historia de Japón, hubo generaciones de samuráis que no lucharon en una sola guerra a lo largo toda su vida. Algo que nunca había sucedido ya que desde el siglo X el país había estado envuelto en innumerables batallas y guerras entre los diferentes clanes. 

Esta tendencia de concebir el Bushido como un código más profundo y filosófico fue ensalzada es aún más por la teoría del Bushidō de Kashōki publicada en 1642. Es un libro compuesto de cinco volúmenes cuyo autor se cree que es Saitō Chikamori, un antiguo soldado del clan Mogami del feudo de Yamagata. Al ser este un auténtico samurái, su definición del Bushido es especialmente valiosa. En una de sus citas decía lo siguiente: 

“La esencia de Bushidō es no mentir, no frivolizar, no tener dos caras, ser coherente, no ser codicioso, no ser grosero, no alardear, no ser extravagante, no criticar, no ser infiel al señor feudal, ser buen compañero, no dejarse afectar por los problemas, no compararse, ser compasivo y actuar de buena fe; los que solo están dispuestos a entregar la vida no pueden ser considerados un buen samurái”. (Kashōki, volumen 5)

La idea que sacamos en claro acerca de su evolución a lo largo de los siglos, es que en sus comienzos, valoraba principalmente el carácter fiel y heroico de los samuráis. Mientras que en años más recientes, comenzó a poner en primer lugar,  la importancia de desarrollar el un carácter virtuoso regido por fuertes principios morales.  

La grandeza del Bushido  

Desde mi punto de vista, lo que lo hace verdaderamente especial al Bushido es el hecho de que sus seguidores se rigieran por unas directrices que respetaban, incluso el honor del enemigo. No todo valía para ganar una batalla. Actitudes como atacar al adversario por la espalda estaban totalmente prohibidas. Además, si un samurái mancillaba su honor, la única forma de restablecerlo era a través del Seppuku (切腹), también conocido con el nombre de Harakiri (腹切り). Un acto de valentía suprema en la que el guerrero atravesaba su vientre con una espada corta conocida con el nombre de Tanto y realizaba un corte profundo de un lado a otro del estómago para desangrarse poco a poco en una agonizante muerte. 

En esto, los guerreros japoneses eran diferentes a todos los demás. ¿Cuánto tiene que valorar una persona su propio honor para llegar a ser capaz de suicidarse de una forma tan violenta y dolorosa con el fin de recuperarlo? Solo aquellos que estuvieron en la piel de un samurái japonés pueden saberlo. 

Otro aspecto que me impresiona de Bushido es que sus seguidores fueran capaces perderle prácticamente el miedo a la muerte y neutralizaran uno de los instintos más fuertes que el ser humano lleva innato desde su nacimiento, la supervivencia. Para un samurái, el mayor honor que podía existir, era morir en batalla. Enfrentarse a una legión de enemigos con esta mentalidad, debe de ser aterrador, o por lo menos, así lo relataban los soldados americanos que tuvieron que luchar contra los samuráis modernos, el ejército japonés en la segunda guerra mundial. Personas sin un ápice de miedo en su mirada, dispuestos a llegar hasta el final por su honor, y su patria. 

Según los filósofos de la época, un hombre que ha perdido el miedo a la muerte, puede decidir con libertad y hacer siempre lo que cree correcto sin pararse a pensar en las malas consecuencias que esto pueda acarrearle.

Las 7 virtudes del guerrero samurái

Llegados a este punto, estoy seguro de que te preguntas, ¿Cuáles son las características principales que componen el Bushido? Digamos que toda la estructura de este código giraba alrededor de lo que se conoce como las siete virtudes del guerrero:

1. 義 Gi – Justicia (decisiones correctas)

Ser justos en las decisiones era fundamental. Antes de cualquier acción, un samurái debía de cuestionarse si estaba siendo justo o no.

2. 勇 Yu- Coraje

Esconder la cabeza como un avestruz y no atreverse a levantar la voz cuando se considera que se debe de hacer algo, no es vivir una vida plena. Uno debe de ser capaz de sobresalir de entre una masa miedosa y actuar para hacer lo que cree correcto a pesar de que este acto pueda suponer un riesgo para sí mismo.

3. 仁 Jin – Benevolencia

Largos años de entrenamiento confieren al samurái un gran poder que debe de ser utilizado con prudencia. Ser compasivo y benevolente con los débiles y los necesitados es también una forma para el samurái de realizarse como guerrero.

4. 礼 Rei – Respeto, Cortesía

La crueldad y la necesidad de demostrar su poder no están entre las prioridades de un samurái. Incluso sus enemigos merecen respeto. Sin este gesto, no seríamos mucho mejores que los animales.

5. 誠 Makoto – Honestidad, Sinceridad absoluta

La palabra de un samurái es sagrada. Decir que hará algo, es casi lo mismo que hacerlo. No necesita hacer una profesa formal para adquirir un compromiso. Basta con decirlo. Los samuráis dependen en gran medida de su credibilidad y esta ha de estar impecable.

6. 名誉「名譽」Meiyo – Honor

Un samurái debe de mantener su honor libre de manchas a lo largo de toda su vida. Esta era una de sus principales prioridades. Cometer un acto deshonroso, podía ser motivo de suicidio por seppuku. La única forma de proteger el honor de un samurái, es a través de la integridad. Se precisa de un gran autodominio para conseguir que nuestros actos se mantengan alineados a nuestras creencias. Este era el duro camino del guerrero japonés.

7. 忠義 Chuugi – Lealtad

La palabra Samurai viene del verbo “Samurau” que significa “Servir”. Un guerrero necesitaba estar bajo la tutela de un Daymio (Señor de la guerra) por el cual daría la vida si fuera necesario. La lealtad era fundamental para que un samurái pudiera lograr una carrera larga y provechosa.

El Bushido en la actualidad

Este código ha dejado una profunda huella en la sociedad japonesa que perdura hasta nuestros días. 

Aunque el bushido era un código pensado para la clase samurái, a través de publicaciones como el libro Kashōki mencionado anteriormente, esta ideología comenzó penetrar ampliamente en la gente de la calle, adquiriendo el carácter de ideología nacional.

Kashōki está escrito por un samurái, pero la mayor parte de sus lectores son las personas de la calle, la gente normal. Gracias a que se redactó en Kana, una forma del japonés mucho más sencilla que el ideograma Kanji, fue accesible para el gran público entre el que adquirió una gran difusión.

Debido a hechos como este, su rastro se puede percibir hoy en día en la sociedad moderna japonesa. De alguna forma, el honor y el respeto son casi un componente más del aire. Los japoneses valoran estas enseñanzas que se transmiten en muchas de las disciplinas tradicionales que perduran casi intactas hasta la actualidad.

Las artes marciales como el Karate, el Yudo o el Kendo, la ceremonia del té o el arte de la caligrafía, conservan desde mi punto de visa, la esencia de ese Bushido refinado que se perfeccionó a lo largo de los últimos siglos de historia. Incluso las empresas y su forma de hacer negocios, destilan esos valores de los samurái.

Como esta, hay muchas otras enseñanzas que se pueden extraer de la cultura japonesa y que a mi personalmente me han ayudado mucho a construir una vida mejor de la que ya tenía. Estoy 100% comprometido en compartir con el mundo todo lo que he aprendido en mis más de 16 años de conexión con Japón.  Y por ello, a todos los lectores de mi blog me gustaría regalaros el ebook “9 grandes enseñanzas de Japón” en el que he reunido  algunos de los aprendizajes más valiosos que he obtenido de su cultura.

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