A lo largo de los siglos, wabi-sabi se ha convertido en un elemento integral del estilo de vida tradicional japonés. Es decir, reconocer la belleza de la vida cotidiana en su fugacidad y en sus imperfecciones. En medio de la sociedad agitada en la que vivimos, muchos de nosotros rara vez tenemos el tiempo de hacer una pausa y reconocer dicha belleza. Dentro de los ideales wabi-sabi se encuentra la palabra seijaku, que reduce la velocidad del día a día para permitir que nos relajemos.
Seijaku
静寂
Calma en medio del caos
Si estudiamos los Kanji que componen la palabra, obtendremos lo siguiente:
静 🡪 Sei 🡪 Calma
寂🡪 Jaku 🡪 Soledad, tranquila, suave
En un intento por traducirla de forma literal, podríamos decir que Seijaku significa, “Calma suave” o “Calma en soledad”. Sin embargo, Seijaku va más allá. Es una llamada a parar en mitad de la tempestad y así recuperar esa calma que solo podemos experimentar en la soledad de estar con nosotros mismo.
La vida a veces puede llegar a convertirse en un entorno caótico por el que nos vemos arrastrados sin aparentemente tener ningún tipo de control. Esa sensación opuesta a Seijaku hace que nuestro corazón se encoja y la fuerza de nuestro espíritu se apague.
Por ello es tan necesario que seamos capaces de crear esos espacios de calma tranquila. Recuperar el control tomando la decisión firme de parar cuando la velocidad sea tanta que nos impida disfrutar del paisaje que hay a nuestro alrededor. La vida está para vivirla, no para vernos sepultados por ella.
Seijaku significa parar, aminorar la marcha y estar en calma. Y eso es algo que tenemos que hacer por nuestra cuenta, ya que nadie va a venir a hacerlo en nuestro lugar. Te animo de verdad a buscar esos espacios a lo largo del día. No es necesario que sean muy grandes. Apenas necesitas unos minutos para recuperar parte de la serenidad que se llevan las agotadoras jornadas que dan forma a nuestra rutina.
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